En muchas ocasiones nos despertamos de un sueño que parece una realidad (no siempre bueno) y cuando nos damos cuenta, solo han sido imaginaciones.
Hoy, podemos decir que el Lagun Aro GBC vive un sueño, pero que esta vez puede ser una realidad. Nadie entorno al conjunto guipuzcoano evita hablar de la copa. Todos son conscientes de lo que pueden conseguir y la ilusión que se ha generado es grande. No obstante, el aficionado y los propios jugadores saben que no clasificarse para la copa no sería una decepción, porque la trayectoria del equipo ha sido buena durante esta primera vuelta y las sensaciones que han dejado todavía mejores.
Como bien dicen mis compañeros Borja Santamaría, Iker Sagasti, Juanjo Lusa o Iñigo Aguayo entre otros, no pensar en la copa a estas alturas sería evadir la realidad. Todos están unidos por una misma causa, los directivos, los jugadores, el cuerpo técnico, el patrocinador… pero sobre todo la afición, con más ganas que nunca, disfrutando como nunca lo habían echo en Illumbe, por fin se ha creado un grupo grande de animación y esto ha sido sobre todo gracias a los valientes que a principio de temporada animaban en minoría alejados unos de otros. Las redes sociales mueven masas y esta vez ha sido el causante de promover todo esto, además si el máximo responsable del patrocinador principal (Sergio Ferrer), pone todo de su parte, es mucho más fácil.
Esta es la historia de un club humilde, que hace un mes se encontraba en una situación muy peligrosa ocupando la última posición y aunque el aficionado no estaba impaciente por los resultados, las dudas empezaban a aparecer por la falta de victorias.
Esto es deporte, cualquier cosa puede pasar, genera alegrías y tristezas, pero son sentimientos que ayudan a vivir una situación con más emoción.
Ioritz Bello
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