Beneficios Psicológicos del Deporte

BENEFICIOS PSICOLÓGICOS DEL DEPORTE

Cuando nos preguntan “¿para qué es bueno el deporte?”, ¿qué se nos viene a la cabeza? Pues es bueno para estar más en forma físicamente, para mejorar nuestra imagen... En general, pensamos en beneficios que tienen que ver con la mejoría de la imagen corporal y física. Y se nos olvida que a nivel psicológico también tiene ciertos beneficios. ¿Cuáles son?

-Las personas que hacen ejercicio, sufren menos depresiones. Ésto es especialmente importante en el caso de las mujeres, ya que son más propensas a sufrir depresiones.

-Da estabilidad emocional.

-Aumenta la capacidad sexual y el deseo sexual.

-Aumenta la capacidad de concentración: aumenta el flujo de oxígeno al cerebro, mejorando así la capacidad de concentración, la memoria y a su vez, el aprendizaje.

-Disminuye el estrés: disminuye la ansiedad, la irritabilidad, el mal humor... porque te hace liberar la tensión acumulada.

-Aumenta la socialización y mejora la comunicación: aumentan las actividades del tiempo libre y el círculo de conocidos.

-Aumenta la autonomía.

-Aumenta la motivación.

-Aumenta la autoestima y la auto confianza: al mejorar la imagen corporal, ir mejorando las capacidades físicas y alcanzando ciertas metas, aumenta la confianza en uno mismo.

-Potencia la auto disciplina y la adquisición de responsabilidad.

-Puede promover el trabajo en equipo.

-Aumenta el auto control y disminuye la agresividad.

-Produce bienestar: estimula la liberación de endorfinas, unas hormonas que están relacionadas con la sensación de ausencia de dolor y un estado de euforia.

-Distrae de preocupaciones.

-Divierte y entretiene.

Foto: http://definicion.de

En definitiva, la actividad física mejora el estado de ánimo, disminuye el riesgo de padecer estrés, ansiedad y depresión; aumenta la autoestima y ayuda al bienestar psicológico. Nos ayuda a afrontar la vida con mayor optimismo y energía. Así que son muchas las razones por las que deberíamos animarnos a hacer un poco de ejercicio. Siempre es mejor hacerlo de manera continuada, de 3 a 4 días a la semana. Por éso es muy importante buscar una actividad física con la que disfrutemos, que nos guste, para no tomárnoslo como una obligación, como algo que TENEMOS QUE hacer, sino como algo que QUEREMOS hacer, porque nos ayuda a sentirnos mejor.

Nerea Gómez Oyarzabal. Psicóloga.